diumenge, 27 de novembre del 2011

Carta de un trabajador penitenciario

Ajustes, bueno…, no queda otra,

Humillación, ¡NO!

Se nos pide a los funcionarios un nuevo esfuerzo en las pagas extras. Nos cuesta entender que los excesos que cometieron otros, haciendo ostentación de lujo a base a salarios inflados y especulación sin control, tengamos que pagarlo precisamente quienes siempre tenemos un modesto salario plano, ninguna culpa, viendo pasar las vacas gordas.

Quienes trabajamos en prisiones, con cierta resignación, como el resto de funcionarios, asumimos que nos van a llegar los recortes anunciados por nuestro President Mas.

Pero que nuestra Secretaría General de Serveis Penitenciaris quiera aplicarnos Más recortes salariales y de condiciones de trabajo, con la excusa que tenemos “privilegios” que no se pueden mantener, no podemos aceptarlo de manera alguna, ni con resignación, ni sin ella. El recorte que nos quieren imponer supone triplicar el de un funcionario medio de la Generalitat, al que le quieren quitar unos 2300€ en las pagas extras. En nuestro caso se añadirían 2900€, o sea, 5200€ de recorte frente a los 2300€ aplicados con carácter general. Multiplicarioamos por 2,5 el recorte con más del 15% de nuestra masa salarial.

Si algunos colectivos, como bomberos, mossos d’esquadra, funcionarios de prisiones, cobramos un poco más, o tenemos algunas condiciones laborales diferentes, no se trata de un “privilegio”, es simplemente el lógico reconocimiento al tipo de trabajo y las condiciones en que lo realizamos. A esto nuestra administración le llama “privilegios”. Es algo así como si a un minero le decimos que le vamos a quitar el “privilegio salarial” que tiene frente a un fontanero. La respuesta del minero sería sencilla: “Ah sí, pues no hay problema, mañana que baje el fontanero aquí abajo que yo ya cogeré los tubos y el soplete y me dedicaré a las cañerías”.

Si lo que se pretende es quitar esos incentivos para según nuestros gestores eliminar lo que ellos llaman “privilegios” e igualarnos a un funcionario de la administración general con trabajo en un despacho, “no lo aceptaremos nunca”. Sería un absoluto menosprecio a nuestro trabajo, una humillación adicional a la que ya venimos sufriendo el conjunto de la función pública, aplicada por la Secretaría General, que es quien tiene que estimularnos y reforzarnos en este complicado momento. Recortarnos la remuneración universalmente aceptada por las condiciones de un trabajo muy especial, con connotaciones de penosidad, conflictividad, estrés mental por tratar con tipologías de población complicadas, turnos rotatorios donde no hay fines de semana ni días festivos, nocturnidad, etc.

En esta situación de absoluta impotencia e indefensión producida por la corriente de los mercados, (los dispendios y la usura de años anteriores que ha llevado al pánico a la sociedad para dar el poder, en nuestro caso al Sr. Mas, el cual se siente legitimado para cuadrar las cuentas incluso a costa de quienes no tenemos culpa en los males que nos aquejan, a la vez que perdona 400 millones de euros en el impuesto de sucesiones a sus amigos ricos, impuesto que nos acaba cargando en nuestras espaldas con los recortes anunciados), se nos exige la humillación de recortarnos de una manera salvaje más del doble que al resto de funcionarios, con la burda excusa que son “privilegios”.

La implicación, esfuerzo y colaboración que el Govern pide a todos los ciudadanos para sacar este barco hacia delante, comprenderá que en nuestro medio va a encontrar poca acogida. Unido a la reducción de efectivos, de recursos de todo tipo, es algo así como lanzar una cerilla a un charco de gasolina. Fácilmente se comprenderá que ello hará saltar todos los resortes de nuestra lógica, y todo y que de facto tenemos limitado el derecho de huelga, vamos a pelear cada minuto, cada hora, de ahora en adelante, dentro y fuera de los centros de trabajo para frenar semejante atropello.

¡Aunque solo sea por dignidad, aunque usted Sr. Mas pueda hacerlo!

Somos los más interesados en mantener el buen funcionamiento de las prisiones catalanas, con pocos conflictos en los últimos años, sin ser noticia por ninguna clase de altercado significativo. Estamos supliendo todas esas deficiencias con resignación y esfuerzo, asumiendo que donde debería haber 3-4 funcionarios para 200 internos muchas veces sean 2. Prueba de esa colaboración es que el absentismo en nuestro colectivo en los últimos años ha pasado a ser de los más bajos de la Generalitat, si no el más bajo, inferior al 7%.

¿De esta manera, President, quiere pagar por nuestros servicios, castigándonos con más del doble de recortes que al ya castigado conjunto de la Función Pública?
 
 

1 comentari:

CS Brians ha dit...

Em sembla genial aquest document. És una animalada que al colectiu de presons no li apliquin les retallades que s'aplica al conjunt de treballadors públics, sinó un 15% de la seva masa salarial. Que ens volen dir amb això? Que la perillositat, que el treballar els dies festius, les nits, els caps de setmana, i la tipologia laboral del nostre entorn no s'ha de pagar com qualsevol altre treball específic i hem de cobrar menys que altres funcionaris?
Em sembla vergonyós que l'administració dels millors estigmatitzi el nostre colectiu.
Ens hem d'unir, i fer valer que asumim els retalls generals, però no els que només s'aplicaran al nostre colectiu. ES TOTALMENT INJUST, HUMILIANT I INNECESARI.