divendres, 22 de febrer del 2013

La Generalitat catalana pone de plazo esta legislatura para abrir dos nuevas cárceles

El consejero de Justicia del gobierno catalán, Germà Gordó, se ha puesto como plazo esta legislatura para inaugurar los centros penitenciarios ya construidos de Puig de les Basses en Figueres (Girona) y de Mas d’Enric (Tarrragona) “pese al contexto económico desfavorable”.

Germà Gordó
En su primera comparecencia en el Parlament como consejero, Gordó ha explicado este miércoles que en materia de infraestructuras de prisiones las prioridades pasan por estas dos cárceles que sustituyan a las actuales de Girona, Figueres y la ubicada en el centro de Tarragona.

Los objetivos de la Consejería pasa también por el cierre de la cárcel de La Modelo de Barcelona, dedicada a presos preventivos, y “seguramente” por la construcción de una nueva con esta función en la capital, aunque no ha concretado plazos ni si se llevará a cabo en la Zona Franca, donde estaba previsto.

Gordó ha justificado la falta de concreción en que todavía no se sabe con qué presupuesto contará la Consejería para este año, pero ha asegurado que cuando se defina el director general de Servicios Penitenciarios, Xavier Martorell, y la responsable de relaciones con la administración de justicia, María José Feliu, lo explicarán en la Cámara catalana.

La anterior consejera de Justicia, Pilar Fernández Bozal, había anunciado la inauguración de las cárceles de Figueres y Tarragona para 2012, pero en abril se vio obligada a posponerlas “por razones presupuestarias”, e intentar su apertura a principios de 2013.

Gordó también ha descartado la construcción de nuevas prisiones dado el descenso del número de internos y la revisión del plan que había elaborado el tripartito porque entonces las previsiones eran de una población penitenciaria de 12.000 personas, cuando ahora se sitúa en torno a las 10.000.

En materia de prisiones, también ha puesto sobre la mesa la mejora de los equipamientos penitenciarios, la reforma de alguna de las actuales cárceles y la potenciación de la política de reinserción.

Font: EuropaPress